Cuando niño fue un atleta de primera, principalmente jugando futbol americano. Durante la Segunda guerra mundial enfrentó a los soldados alemanes sirviendo en la 10ª. División de montaña.
Al regresar a casa, pronto tomó las riendas del área de Atletismo de la Universidad de Oregon de manos de otra leyenda, Bill Hayward. Al igual que Bowerman, Hayward era conocido por encontrar formas de ganar que a nadie más se le ocurrían (o se atrevían a intentar).
A principios de los años 60, Bowerman llevó a su equipo a correr contra un equipo de Nueva Zelanda. Mientras se encontraban allá, notó que la gente de la ciudad corría, y lo hacía sólo por el gusto y la conveniencia y la condición física que lograban.
Bowerman trajo consigo la experiencia a Eugene e inició el primer club de corredores del país. Después escribió un libro sobre cómo correr por diversión y para estar en forma. Lo llamó Jogging, y nació la afición por correr.
Su récord con la Universidad de Oregon no tiene comparación: cuatro campeonatos por equipo de la NCAA, 44 All-American, 19 Olympians. Terminó su carrera como entrenador del equipo olímpico de los Estados Unidos en Munich 1972.
Una mañana de 1971, por encima del Río McKenzie en las afueras de Eugene, Bill y su esposa Barbara tomaban el desayuno. Mirando (y sin comer) los waffles que tenía enfrente, Bowerman se encontró en el medio de una epifanía atlética: Vio el futuro de los zapatos para correr, la oportunidad de mejorar las técnicas de entrenamiento, y la forma de mejorar la tracción y reducir los tiempos.
Pronto estaba vaciando hule sobre la wafflera de hierro de Barbara, creando la suela para correr moderna. Esto no fue un accidente. Tampoco fue suerte. Bowerman siempre estaba buscando formas de dar una ventaja a sus corredores.
Durante su tiempo con Nike, Bowerman no tuvo ningún problema para mantenerse concentrado en lo más importante de sus productos para atletas: el desempeño. Docenas, tal vez cientos de profesionistas y costosos consultores han pasado por las puertas de Nike, cada uno con grandes y nuevas ideas para llevar cualquier cosa al siguiente nivel. Algunos de hecho tenían muy buenas ideas. Pero ninguno de ellos tenía la convicción pura de Bowerman cuando se trataba de las necesidades de un atleta.
“¿Qué es esa pieza de hule al lado del zapato?” preguntó una vez. "Oh, ese es el Swoosh, Bill, es el logo de nuestra compañía". "Pues quítenlo de ahí, pesa demasiado". Como ya dijimos, convicción pura.
En junio de 1999, Bowerman se retiró de la Junta de directores de Nike, un puesto que ocupaba desde 1968. Como entrenador, Bowerman enseñó a sus atletas a buscar la ventaja competitiva en cada curva. Este principio ha servido muy bien a sus atletas tanto como a Nike. En la ceremonia de retiro de Bowerman, Knight dijo, “sobre todo, pienso que Bill se consideraba un profesor de respuesta competitiva. Aquellas son lecciones que uno aprende para t oda la vida”.
Seis meses después de su retiro en 1999, Bill Bowerman murió mientras dormía en la noche de Navidad en su casa de Fósil, Oregon. Tenía 88 años de edad.
